Las escrituras primitivas fueron ideográficas.
El lenguaje escrito y el hablado se unen en un estado más avanzado de la civilización. Aparece un alfabeto entre los fenicios, que tomado luego por los romanos dio origen a la actual escritura alfabética de los pueblos de cultura europea. Desde tiempos remotos, surge la necesidad del estudio y verificación previa de la autenticidad de los documentos.
En el medioevo el sistema procesal negaba valor a la prueba pericial. Sólo los clérigos conocían la escritura y el saber escribir autorizaba a recurrir a un tribunal eclesiástico con exclusión del civil.